#TrainDreams: La magia de encontrar épica en lo humilde y común.

Clint Bentley, tras escribir la elogiada “Sing Sing”, nos ha regalado una de las mejores películas de este 2025, “Train Dreams”. Y lo consigue gracias a un acto mágico en forma de biopic sobre un hombre común y normal en cuya vida, por sí sola sin grandes hitos aparentes, encontramos una épica colosal. Una historia que conecta con nosotros y nos emociona porque su protagonista no deja de ser un hombre normal que intenta vivir y entender la vida de la mejor forma que puede y ésta le deja.

Train Dreams” nos cuenta la historia de Robert, un hombre que trabaja en la construcción del ferrocarril cortando leña durante jornadas de largos periodos de tiempo. Acompañamos a nuestro protagonista mientras busca su lugar en el mundo, se enamora de su mujer Gladis, se convierte en padre, sufre desgracias, intenta reponerse de ellos y busca el por qué y el sentido de la vida y sus episodios. La película es una postal sobrecogedora y, a la vez, preciosa de lo que es la vida, un viaje sin mayor épica (y a su vez gigantesca) que vivir, donde debemos disfrutar al máximo las cosas y momentos maravillosos (por desgracia efímeros) que nos regala ésta como el amor, la paternidad o la amistad, en la que debemos aceptar los inevitables reveses que nos esperan y forman parte de este viaje con fecha de caducidad en el que todos nos embarcamos al nacer y donde buscamos continuamente buscar el sentido al por qué de las cosas.

Train Dreams” nos ayuda a reflexionar y pensar sobre el daño que estamos haciendo a la naturaleza, en nuestra creencia de que estamos ante un recurso ilimitado y que nos pertenece y, de cómo ésta, se las apañará para devolvernos el daño que le estamos causando. El capitalismo, como razón principal de todo este mal y como elemento que nos aleja y no nos deja disfrutar de más tiempo con lo que realmente importa en esta vida, está presente en el núcleo de esta joya que ha creado Clint Bentley.

La película es un pródigo visual a nivel de dirección y fotografía, recordando por momentos al Malick más poético y existencial con un ritmo pausado que nos permite apreciar más si cabe la belleza visual a la que estamos asistiendo. Joel Edgerton, por su parte, borda un papel lleno de sutileza, contención, dolor y tristeza, mereciendo la que sería su primera nominación al Oscar. Ojalá “Train Dreams” sea la película de Netflix más presente en esta temporada de premios porque, sin duda, estamos ante una joya que derrocha dolor y belleza a partes igual o lo que es lo mismo, derrocha vida a raudales.

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