“Magallanes” (Lav Díaz)
Podríamos considerar esta “Magallanes” de casi tres horas de duración un corto en la carrera de un director filipino que cuenta con obras de casi ocho horas. Y también podríamos considerarla una obra maestra del slow-cinema inmensa en lo visual y lo argumental. Si te gusta este tipo de cine, aquí tenemos un ejemplo de Slow-cinema de quilates que te deja maravillado y te hace disfrutar y sentir todos y cada uno de los minutos de su largo metraje. “Magallanes” narra uno de los viajes del famoso navegante buscando nuevas tierras que explorar, en una epopeya cinematográfica que cuestiona la percepción heroica de dichos descubridores y descubrimientos que nos hacen estudiar desde pequeños en los libros de historia. “Magallanes” es un retrato salvaje de lo que realmente significaron esas expediciones, conquistas genocidas en nombre de la corona y la iglesia que solo tenían detrás la ambición, codicia y ganas de poder de determinados seres humanos. Todo ello engrandecido por una puesta en escena con cámara plantada y secuencias largas, decisiones magistrales de dónde colocar la cámara, una espectacular fotografía y una increíble producción que logra maravillarnos ante tal despliegue visual y de detalles creando una experiencia avasalladora. Es magistral que Lav Díaz consiga la sensación de estar viendo una película realmente salvaje, violenta y sangrienta sin la necesidad de mostrar explícitamente apenas ninguna acción de este tipo. “Magallanes” sirve como recordatorio de cómo se gestaron reinos y países, pero también como espejo de la actualidad donde alguna barbarie de este tipo sigue aconteciendo. “Magallanes” ganó, compartiendo premio con la maravillosa “The Mastermind”, La Espiga de Oro en esta edición de la Seminci y aunque mucha gente se llevó las manos a la cabeza, somos de los que nos quitamos el sombrero ante tal incontestable elección.
“Gavagai” es una de esa películas que uno escoge poner en su programación festivalera sin tener mucha información previa sobre lo que se va a encontrar. El sexto largometraje del director alemán Ulrich Köhler nos presenta la historia de amor entre dos actores que se enamoran durante un rodaje en Senegal y cuando llega su estreno en un festival de cine ambientado en Berlín surge un suceso racista vivido por el actor de origen senegalés que provoca que la relación entre la pareja sufra momentos de tensión que podrían llegar a desestabilizarla. “Gavagai” es una película cuya mayor virtud es llevar la trama al Festival de Berlín y mostrar algunos de los entresijos que se viven allí en los momentos previos y posteriores al estreno de una película. Por lo demás el film no funciona ni en su faceta romántica, ni en su intento de mostrar aspectos del racismo que siguen presentes en Europa, ni mucho menos en un intento de ejercicio meta cinematográfico en el que pretende relacionar la película que ruedan los protagonistas con la situación que viven días antes del rodaje en Berlín. Una película irregular y desequilibrada que no logra dar nunca con la tecla en lo que a sus objetivos se refiere ni tampoco en la forma de llegar a ellos.
“Sorry, Baby” (Eva Victor)
Eva Victor dirige, escribe y protagoniza de forma increíble en todas las facetas su debut tras las cámaras, “Sorry, Baby”. Nos cuenta la historia de una joven brillante que sufre un abuso por parte de su profesor en la universidad y debe lidiar con las heridas morales y sociales a las que le expone dicho suceso. Es espectacular como la directora consigue equilibrar drama y humor negro para abordar un tema como una violación y, al mismo tiempo, conseguir mostrar las consecuencias psicológicas y sociales a las que nuestra protagonista se debe afrontar tras lo acontecido. Vemos una sociedad sin sensibilidad, que duda y cuestiona los hechos y los sentimientos de la chica y vemos la dificultad de ésta para poder seguir adelante con la normalidad de su vida. Eva Victor escribe y crea un personaje principal fascinante, especial y raro lleno de dolor y humor que funciona realmente como un milagro de persona. La puesta en escena de la película es notable como muestra el momento exacto de la violación donde vemos entrar a la protagonista entrar en la casa del profesor, pero la cámara se queda fuera durante el lapso de tiempo que dura el suceso dejando claro que no necesitamos ver para creer a esta chica. Eva Victor redondea esta gran película con un final crudo, triste y, a su vez, precioso donde la protagonista tiene una conversación con el bebé de su mejor amiga, mostrando el por qué del título “Sorry, Baby”. Una pequeña joya a la que hay que seguir la pista sobre todo en los premios de corte más indie ya que estará presente en todos ellos sin duda alguna.
“Silent Friend” (Ildikó Enyedo)
Os dejamos nuestra vídeo/crítica del canal del día 5 de la #70Seminci: 




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