“Hamnet” (Chloé Zao)
Vuelve la ganadora de Oscar por “Nomadland” y directora de esa obra maestra llamada “The Rider”, que también fue absorbida por Marvel para rodar ese descalabro que fue “Eternals”. Pero al margen de ese tropezón, Chloé Zao ha demostrado ya ser una de las grandes voces del cine actual, una directora con una sensibilidad alucinante en sus películas capaz de convertir historias pequeñas en piezas de enorme corazón. En esta ocasión regresa con “Hamnet” basada en la novela de Maggie O’Farrell con el mismo nombre y cuyo anuncio en la Sección Oficial fuera de concurso de la edición 70 de la Seminci provocó la admiración de todos ya que, por segundo año consecutivo Valladolid sería la premier en España de uno de los pelotazos del año como lo fue “The Brutalist” en la edición anterior. “Hamnet” nos cuenta el proceso emocional y creativo que inspiró una de las obras más famosas de William Shakespeare, Hamlet. La historia nos traslada al momento en el que el escritor conoció a su mujer Agnes y nos lleva por un viaje emocional en el que asistimos a su enamoramiento, al nacimiento de sus tres hijos, a su alejamiento debido a los compromisos laborales de Shakespeare y que culmina con un acontecimiento trágico que marcaría sus vidas. Todo contado y mostrado en pantalla con la sensibilidad inigualable de una Chloé Zao que consigue, ayudada por una fotografía fantástica a cargo Lukasz Zal, de su mejor puesta en escena creando unas imágenes de una belleza y potencia visual enormes y muestra su mano magistral para emocionar, pero sin caer en el melodrama barato. Lo mejor de la espléndida “Hamnet” recae en unos últimos 30 minutos realmente pletóricos, donde asistimos a una reivindicación del arte de contar historias como remedio para sanar, perdonarnos y reencontrarnos con los que están y con los que se fueron por medio de la puesta en escena del estreno de La Tragedia de Hamlet. Un tramo final mágico en el que es imposible no emocionarse ante lo que consigue trasmitir la directora por medio de la representación de la famosa obra de teatro de William Shakespeare, pero todo siempre llevado con mano maestra evitando caer en dramatismo forzado. La película acaba de ser redonda gracias a las interpretaciones de sus dos protagonistas (Paul Mescal es todo menos secundario) donde Jessie Buckley está tan pletórica como se venía rumoreando, pero Paul Mescal no se queda atrás con la que es sin duda su mejor actuación hasta la fecha. Ambos serían ganadores incontestables de cualquiera de los premios que se puedan llevar y no sería de extrañar alguna mención para el joven Jacobi Jupe que realizar una interpretación tan sorprendente como desgarradora. “Hamnet” emerge como una rival más que potente para competir en esta temporada de premios contra “One Battle After Another” o “Sinners”.
“Alpha” (Julia Ducournau)
La Seminci siempre suele dejar lugar a dos títulos de terror/fantástico dentro de la programación del festival y este año le ha tocado el turno, junto a la “Sonrisa Del Diablo”, a “Alpha”, tercer largometraje de Julia Ducournau tras “Crudo” y “Titane” una de las Palmas de Oro más polémicas, pero más valientes y estimulantes que se han visto a lo largo de la historia del Festival de Cannes. Estamos ante una directora sin miedo a nada con una potencia visual y narrativa espectacular que no tiene reparos en explorar los límites del cuerpo a la vez que habla sobre tenemos tan profundos como, por ejemplo, la identidad sexual. Lo fácil para Julia Ducournau habría sido seguir la línea de “Titane” y refugiar los mensajes de sus películas bajo una cantidad extrema y muy llamativa de violencia que resulta para el espectador y acaba facilitando, dentro de la dificultad, el acceso a la película por parte del espectador. Pero, de manera valiente, la directora opta por una historia completamente dramática donde los elementos fantásticos introducidos (en forma de fantasmas y ruptura del espacio tiempo) no hacen más que añadir capas dramáticas a la historia. “Alpha” nos cuenta la historia de una adolescente del mismo nombre que un día llega a casa con un tatuaje extraño que desata las alarmas de su madre ya que podría haber sido infectada por una nueva enfermedad que se trasmite por agujas y la sangre. Evidentemente la película nos habla del SIDA que asoló a toda una generación y podría servir como cara B y perturbadora de la maravillosa “Romería” de Carla Simón. A partir de ese momento, madre e hija reviven al fantasma del tío de la adolescente, también falleció a causa de la misma enfermedad, y la película realiza un recordatorio trágico y demoledor de la estigmatización social que vivieron estos enfermos, llegando a ser marginados, escondidos y olvidados. Pero dentro de tanta tragedia, Ducournau consigue el milagro de crear belleza y amor en la relación a tres bandas madre, tío e hija. La forma en que la directora decide representar en pantalla los estragos de la enfermedad es absolutamente impactante y sobrecogedora mostrando y pudiendo trasmitir la sensación de dolor y fragilidad que sufren las víctimas. “Alpha” fue realmente machada por la crítica tras su estreno en la última edición del Festival de Cannes, pero desde Todo Tu Cine no podemos más que admirar la valentía y ejecución tanto visual como temática de una directora que no tiene miedo a nada y de la que esperemos que las malas críticas no se vean afectadas en su forma de entender y hacer cine.


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