"Los Domingos": Alauda Ruiz de Azúa dinamita el cine español con una de las películas más potentes del año

En la pasada 73 edición del Festival de San Sebastián tuvimos la suerte de asistir al estreno en España de la que es la última película de Alauda Ruiz De Azúa directora de esa absoluta maravilla llamada "Cinco Lobitos" donde realizaba un retrato magistral sobre la maternidad y las relaciones madres-hijas. En esta ocasión, la directora vizcaína nos presentaba "Los Domingos", la historia de Ainara (maravilloso debut de Blanca Soroa), una joven que al sentir la llamada de Dios decide comunicar a su familia que quiere hacerse monja de clausura. Tras verla aquella mañana en el Kursaal de San Sebastián tuvimos claro que nos encontrábamos ante algo muy grande y ante una incontestable Concha de Oro.  Alauda Ruiz de Azúa ha superado el listón que había puesto el cine español este 2025, con películas que no bajan del notable como son "Maspalomas", "Una Quinta Portuguesa", "La Furia", "Sirat" o "Muy Lejos". Y en nuestra humilde opinión nos ha entregado la mejor película española del año junto a "Romería" de Carla Simón. "Los Domingos" es, posiblemente, una de las películas más potentes que ha dado el cine español argumentalmente hablando. La película está dirigida de forma milimétrica y precisa en lo que a su puesta en escena se refiere y con unas interpretaciones magistrales, pero es en su guión donde reside su milagro. No logro entender cómo Alauda ha cogido un tema tan complejo y ha logrado una película en la que ningún espectador sacará las mismas conclusiones, donde cada uno tendrá su propia versión de lo que la directora quiere trasmitir y todos ellos estarán en lo cierto. El cine es uno de los medios más efectivos que tenemos para generar debates y polémicas y, desde luego, que la directora lo consigue como pocas veces se ha visto en el cine español. Estamos ante una película magistral, divertida, emotiva, ácida y profunda de una complejidad enorme. Parte de un tema como la llamada de Dios en una adolescente y el tsunami que provocaría esto en una familia para reflexionar sobre muchas cosas. Alauda logra trasmitir cómo una adolescente puede sentir un amor real por Dios o cómo la iglesia no presiona ni obliga a nadie a unirse a ella, pero también vemos su pasividad a la hora de comprobar si hay alguna razón más allá del amor hacia Dios en la decisión de Ainara y si no sería más conveniente sugerir paciencia en la decisión que puede privar a la adolescente de vivir tantas cosas propias de una chica de su edad, renunciar a viajes con amigas, noviazgos adolescentes o un aislamiento respecto a su familia donde podrías solo saber de ellos una vez ya fallecidos. A su vez, nos muestra y consigue que entendamos las diferentes reacciones de la familia de Ainara, un padre que no comparte, pero que acepta la decisión de su hija y la de una tía (inmensa nuevamente Patricia López Arnaiz) que se desespera ante la decisión de su sobrina y la pasividad de su padre. También es valiente mostrar en pantalla la estigmatización social que sufre hoy en día, como si de la homosexualidad en épocas pasadas y presentes se tratara la llamada de la fé en las generaciones jóvenes y lo mal visto que está. Y por si no fuera poco con esto, el guión redondea el milagro con un tortazo con la mano abierta a aquellos que se atreven a juzgar las decisiones y la vida de los demás cuando su vida y decisiones no son ejemplos de nada. Para ello es fundamental el papel de Patricia López Araniz que, en un momento de la película, pregunta a su hermano si va a dejar que su hija destroce su vida de esa manera. "Los Domingos" aboga porque cada uno destroce (o no) su vida como quiera y sin que nadie le juzgue. La tía vive en una relación muerta en lo que a amor se refiere contrastando por el amor tan puro que muestra su sobrina por Dios, la tía vive una vida donde el materialismo le condiciona y le hace, incluso, romper con su familia, lo que contrasta con la vida de felicidad plena libre de materialismos y con hermandad absoluta entre las monjas de clausura a la que está a punto de unirse Ainara. Estamos ante un película que de haberse rodado en Estados Unidos estaría peleando por el Oscar a mejor guión original sin ningún tipo de duda. Cuando veáis la película y leáis esta crítica es posible que no estéis de acuerdo con las conclusiones que sacamos aquí, y vuestra versión estará en lo cierto al igual que lo está esta crítica. En ese pequeño filo en el que se mueve el guión de Alauda Ruiz de Azúa está el gran milagro de esta película. Una película que debería ganar y arrasar en los Goya de esta edición porque, al igual que fue un error dejar pasar la oportunidad de premiar una obra maestra como "Cerrar los Ojos" de Víctor Erice, sería un error no premiar una de las películas más valientes y redondas que ha dado nuestro cine.

Os dejamos nuestra video-crítica del canal:



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