"Bad Apples" Jonatan Etzler (New Directors)
Pocas veces una película correspondiente a la sección de Nuevos Directores había causado tanta expectación e interés como es el caso de "Bad Apples", el segundo largometraje del director Jonatan Etzler. La principal razón se debe a la presencia de la maravillosa actriz Saoirse Ronan y a intentar descubrir las razones de por qué la intérprete irlandesa decidía trabajar, tras hacerlo con nombres de la categoría de Greta Gerwig, Wes Anderson, Joe Wright o Steve McQueen, con un realizador prácticamente desconocido. En "Bad Apples", Ronan interpreta a una profesora de Educación Primaria obligada a lidiar con el comportamiento problemático de uno de sus alumnos. Y hasta ahí podemos leer porque “Bad Apples” es una película a la que merece la pena asistir con la menor información previa posible, una película increíblemente sorprendente y divertida, pero a su vez oscura, mordaz, ácida y atinada en su forma de abordar su crítica a una sociedad que margina, abandona y esconde a aquellos que ponen en riesgo la comodidad de sus vidas asentadas. Porque “Bad Apples” habla de manera directa de los profesores, los sistemas educativos y de los alumnos problemáticos a los que se prefiere dar por perdidos, apartar o aislar antes de intentar buscar una solución para su situación o intentar entender el por qué de su comportamiento o disponer de más medios necesarios para poder atender mejor a sus necesidades por más costosa que sea esa intervención en tiempo y dinero. Por otro lado, "Bad Apples" también nos invita a trasladar sus mensajes y reflexiones a distintos ámbitos de una sociedad egoísta que prefiere mirar hacia otro lado ante las personas marginadas o que están sufriendo, para no alterar la comodidad de nuestras vidas en el día a día. Una dura reflexión de que esas personas no significan nada para nosotros más allá de una molestia. Cada decisión que toman los personajes resultan tan alucinantes y surrealistas como entendibles y comprensibles dentro del mundo que construye el realizador. La dirección y escritura de Jonatan Etzler es espectacular por distintas razones; cómo es capaz de mezclar incomodidad con golpes constantes de humor, un trabajo detrás de cámara lleno de ritmo y fuerza visual y una dirección de actores asombrosa destacando el increíble trabajo de Nia Brown como una de las alumnas de la clase. Saoirse Ronan está, como siempre, maravillosa en el papel de profesora con unos niveles de aristas y capas morales altísimos. La película puede recordar por momentos al estilo de las películas de Yorgos Lanthimos por la crueldad para con sus personajes y la naturalidad a la que asistimos a situaciones absolutamente surrealistas. En definitiva, “Bad Apples” es la primera gran película del festival y una de las razones por la que algunos sentimos que merece la pena estas maratones de películas sin descanso y adentrarnos en secciones como la de New Directors.
"Limpia" Dominga Sotomayor (Horizontes Latinos)
Vuelve Dominga Sotomayor a la dirección en solitario tras su aclamada "Tarde para morir joven" con una historia que adapta la novela de Alia Trabucco, Limpia, la cual será estrenada en España en la plataforma Netflix en el mes de octubre. La historia sigue la vida rutinaria entre Estela, una asistenta doméstica, y la niña pequeña de la que se hace cargo. “Limpia” se sostiene y fundamenta gracias a las interpretaciones de sus dos protagonistas, María Paz Grandjean y Rosa Puga Vittini, que entregan una clase sobresaliente de naturalidad y química entre ellas mientras las observamos relacionarse en la intimidad del día a día, desde las clases de natación hasta sus momentos de unión buscando combatir la soledad que cada una vive por diferentes circunstancias. Es precioso y, a la vez, divertidísimo como Sotomayor construye la relación entre estas dos personas que por circunstancias diferentes se encuentran separadas de sus familias, Estela debido a la distancia física a la que le obliga su trabajo y la niña distanciada emocionalmente de unos padres dedicados en cuerpo y alma al trabajo. “Limpia” , hasta ese momento, se las apaña para dejar pequeños detalles en el ambiente que sirven al espectador para observar una denuncia en pantalla sobre la deshumanización total que sufren las asistentes del hogar debido al capitalismo y la pirámide social todavía existente en la sociedad. La película funciona realmente bien durante su primera hora de metraje, pero el gran problema de “Limpia” aparece en su parte final cuando, de forma sorprendente, repentina, anticlimática e innecesaria, la directora opta por la decisión de elevar el dramatismo de la cinta introduciendo dos giros argumentales cuya tonalidad en nada encaja con el clima al que nos ha acostumbrado la directora durante el resto de metraje (hubo incluso abandonos en esos instantes finales en nuestro pase en el Kursaal 2). Una pena no haber sabido cerrar de forma más normal y adecuada una película que podría haber sido una comedia ligera a la vez que con poso social bastante convincente. El otro gran problema de la película es el mismo al que la mayoría de producciones de Netflix nos tienen acostumbrados, luce fea. Dan igual los intentos de la directora por añadir cierto dinamismo con la cámara, ejecutando travelings o juegos de espejos y reflejos, la película visualmente tiene el inconfundible y terrible filtro de la compañía, lo que ya de inicio te hace verla con la sensación de estar asistiendo a una producción barata y menor. En definitiva “Limpia” merece la pena ser vista por los aspectos positivos ya nombrados, pero uno se queda con la sensación de poder haber visto una película mucho más redonda que la que finalmente nos entrega Dominga Sotomayor.
"27 Noches" Daniel Hendler (Seeción Oficial)
El cineasta uruguayo Daniel Hendler ha sido el encargado de inaugurar la Sección Oficial a concurso (también participa en la sección de Horizontes Latinos con "Un cabo suelto") de la edición número 73 del Festival de San Sebastián con su cuarto largometraje, "27 Noches". La historia, inspirada en la vivencia real de Martha Hoffman, sigue la investigación de un perito judicial sobre Martha, una veterana mecenas, buscando determinar si debería volver a ingresar en la clínica psiquiátrica donde sus hijas la internaron con anterioridad o estamos ante una simple artimaña por parte de sus progenitoras para deshacerse de su madre y poder quedarse con el patrimonio de ésta. La película se desarrolla en su mayor parte del metraje de una forma y puesta en escena teatral con el uso de espacios cerrados donde los diálogos entre perito y paciente son continuos con la gran pega de que terminan resultando algo plomizos y reiterativos en su búsqueda de profundidad y sentido vital. “27 noches” se desarrolla en clave de comedia, pero tiene pocos momentos memorables en sus 108 minutos de metraje. La película busca la reivindicación de la figura de Martha Hoffma, al igual que de otras muchas personas que sufrieron internamientos injustificados e interesados. Aunque la película tenga grandes problemas narrativos y de ritmo, es de justicia destacar las grandes actuaciones de Marilú Marini y del propio director Daniel Hendler. También, se agradece la buena fotografía que en esta ocasión sí se aleja de ese filtro de Netflix (también distribuye esta película) del que hablábamos en el caso de “Limpia”. Tras la mediocre “Emmanuelle”, que inauguró la pasada edición del Zinemaldi, se esperaba una propuesta de mayor nivel, importancia y calado para este año, pero el resultado vuelve a ser una inauguración floja e intrascendente de la que no tendremos noticias en el palmarés final.
Os dejamos nuestra video-crítica del día 1 del Festival de San Sebastián:



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