“Los 4 Fantásticos”, Marvel salva los muebles con familia y sencillez

Podemos afirmar que “Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos” es la película sobre la que más peso ha recaído del MCU. Marvel ha vivido una era post “Endgame” bañada en una mediocridad y una falta de ideas y rumbo cuanto menos preocupante. La fase 5 del proyecto faraónico de Kevin Feige se ha caracterizado por un popurrí de multiversos, historias poco trabajadas y unos personajes cada vez menos carismáticos e importantes donde solo ha conseguido brillar la soberbia “Guardianes de la Galaxia Vol3” (para un servidor la mejor película del MCU) y las notables “Thunderbolts” y “Doctor Strange: en el multiverso de la locura”. Por lo tanto, “Los 4 Fantásticos” daban inicio a la fase 6 y suponía la presentación de los héroes principales que liderarán el universo en los próximos años, pues podemos decir que Marvel ha salvado los muebles de forma notable.

Y lo ha hecho a base de no complicarse, cuidando la estética, creando personajes con los que empatizas, con un buen villano, una historia sin mucha complicación, la acción justo pero bien rodada y con familia. Porque uno de los grandes aciertos de “Los 4 Fantásticos” es conseguir unos personajes que en todo momento transmiten una imagen de familia que tienen presente en todo momento a la hora de tomar decisiones y actuar. De hecho la película se toma más tiempo en verlos interactuar entre ellos y en mostrar su lado humano, que en mostrar sus habilidades y verlos en acción. La familia es a lo que se agarran para combatir a un villano al que no podrían hacer frente apelando solo a sus poderes, la familia y el amor madre/hijo aunque eso dejaremos que lo descubráis vosotros mismos.

Otro gran acierto de la película es decidir alejar la historia del planeta de los vengadores evitando así, la necesidad de tener que unir la historia de estos personajes a un universo bastante sobresaturado de superhéroes. Esto permite la creación de una estética retro-futurista a la que no puedes más que rendirte. “Los 4 Fantásticos”, siguiendo la estela de “Wanda y Visión” se convierte en uno de los productos con más personalidad estética y visual que ha dado el MCU.

Y, por último, el otro gran punto a favor del filme es la decisión de limitar la acción a dos grandes momentos (muy bien rodados) dejando oxigenar así a la película y a sus personajes. Consigue, a su vez, que las dos grandes apariciones de Galactus (el villano de la película) sean imponentes y espectaculares recordando por momentos al desembarco de Godzilla en sus películas. El cuarteto actoral derrocha carisma y buen hacer, gran trabajo de Pedro Pascal, Joseph Quinn y Ebon-Moss Bachrach están genial, pero aquí la auténtica MVP de la función es una excepcional Vanessa Kirby. En definitiva, Marvel salva los muebles y consigue las bases para sus próximos proyectos…más guión, más personajes bien escritos y más personalidad.

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