“Muy Lejos”, Mario Casas deslumbra en este viaje de búsqueda de identidad

Hay películas que tras finalizar se quedan contigo durante mucho tiempo y van creciendo poco a poco en tu imaginario. Éste es el caso del debut como director de Gerard Oms, un viaje de búsqueda personal que ahonda en la masculinidad tóxica y en la precariedad que sufren los emigrantes en el continente europeo.

En una decisión sublime por parte del realizador, nuestro protagonista empieza la película realizando un viaje de razones futbolísticas a Holanda. Un viaje del grupo de seguidores hasta el estadio basta para conocer el ambiente de masculinidad tóxica en la que vive nuestro protagonista. Porque no hay deporte que represente más esa toxicidad que el fútbol…insultos, machismo y necesidad de mostrar la mayor virilidad posible. Sergio, nuestro protagonista, decide no regresar a España tras ese viaje. Desde aquí asistimos a una huida hacia delante de nuestro protagonista, de un intento de alejarse de la opresión de ese entorno para acercarse y conocerse a uno mismo, conocer su identidad sexual y luchar contra las propias barreras personales que ese entorno ha creado en él. Vemos a Sergio sufrir y luchar contra lo que realmente siente pero, a su vez, asistimos a su necesidad de dejarse llevar y descubrir quién realmente es. Todo esto gracias a un guión y dirección sutiles, nada obvias y llenas de intimidad y verdad.

Durante este viaje de búsqueda de identidad, la película inserta una crítica voraz a la precariedad laboral y racismo sistémico con aquellas personas que llegan a Europa en búsqueda en una oportunidad mejor. Trabajos ilegales de jornadas eternas poco remunerados, dificultades para acceder no solo a una vivienda sino a alquilar una habitación y la imposibilidad de conseguir papeles. Esta crítica y el viaje del protagonista fluyen y se encuentran de formal magistral alimentándose mutuamente en la historia de nuestra protagonista, a quien toda esa precariedad le acabará compensando como precio a pagar de poder ser quien realmente es.

Muy lejos” no sería lo que es sin una actuación magistral de Mario Casas. El actor es un derroche de contención, sutileza y miradas con las que muestra vulnerabilidad, dudas, lucha interna, dolor, sufrimiento y fragilidad para entregarnos la que es, sin duda, la mejor actuación de su carrera.

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