Ha pasado ya casi un cuarto de siglo desde el estreno de la primera y maravillosa entrega de Bridget Jones y casi una década desde la tercera entrega. Pese a que ninguna de las secuelas se acercó a los niveles de brillantez de la primera todas ellas tenían algo que se ha echado de menos en el género en los últimos tiempos, simple intención de entretener.
“Bridget Jones: Loca por él”, probablemente por ser una secuela inesperada, resulta ser un soplo de aire fresco y un recordatorio de que se puede hacer comedia romántica sin más intención que divertir y emocionar (¡vaya si emociona!) al espectador. Estamos ante la mejor secuela de la saga que se queda muy cerquita de la primera entrega gracias a un despliegue fantástico de gags con una Renée Zellweger dándolo todo sin miedo al ridiculo recordando por qué amamos a ese desastre llamado Bridget Jones, unos enredos amorosos creíbles en todos los aspectos, unos actores carismáticos, un final espléndido para la protagonista y Hugh Grant viviendo su mejor momento, se come la pantalla con su carisma en cada aparición.
Además de recordar lo mejor de esas comedias “tontas” ( en el mejor sentido de la expresión) que tanto echamos de menos, “Bridget Jones: Loca por él” es un canto precioso a la amistad, a madurar, a sobrellevar la pérdida y a volvernos a dar la oportunidad de enamorarnos. Y si en algo esta entrega supera a la primera es en su capacidad de emocionar. “Bridget Jones: Loca por él” sabe tocar las teclas de una forma perfecta para poder emocionar, sin avasallar, y conseguir que derrames más de una lágrima.
En definitiva, ¡viva la comedia romántica! Y !viva Bridget Jones!
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