La película clausura de la 69 edición de la Seminci ha sido Sing Sing, el último largometraje de Greg Kwedar, una de las películas más esperadas dentro de la temporada de premios, que recibió grandes críticas en su estreno en Venecia el año pasado. Sin duda me salen 20 películas mejores o más merecedoras de una nominación al Oscar y Sing Sing no inventa absolutamente nada ni formal ni argumentalmente pero es una película muy buena que cumple con sus propósitos.
Sing Sing nos muestra el día a día en un centro penitenciario de alta seguridad de un grupo de presos (todos los actores a excepción de Colman Domingo y Paul Raci son presos reales) que pasan sus interminables horas participando en un grupo de teatro. Sing Sing retrata el poder del teatro, el cine y el arte en general para conseguir evadirnos de las distintas situaciones dramáticas que la vida nos presenta. Para los presos supone una vía de fuga mental dentro de su cautiverio y problemáticas situaciones personales.
Uno de los grandes logros de Sing Sing es dotar de humanidad y dignidad a unos presos de los que vamos conociendo errores del pasado, arrepentimientos, miedos y expectativas de futuro. Una humanidad y dignidad que muchas veces olvidamos que poseen al igual que lo hace un sistema podrido y lleno de errores que la película no se olvida de recordarnos.
Colman Domingo está genial como siempre pero aquí el verdadero MVP es un Clarence Maclin alucinante en un ejercicio de carisma, rabia, dolor interno y redención que debería valerle una nominación al Oscar.
En clave Oscar, desde Todo Cine creemos que sus aspiraciones deberían pasar por las nominaciones en Mejor Actor (Colman Domingo), la ya mencionada en Actor Secundario (Clarence Maclin) y pelear la nominación de Guión Adaptado.
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