Joker: Foile á Deux es probablemente una de las películas más esperadas de este 2024 y, sin duda, va a ser una de las que más decepcione tanto a los amantes de la primera película como a los fans del género. Parecía que la polémica iba a estar centrada en la decisión de encajar el musical dentro del mundo del icónico personaje y, aunque unos números funcionan mejor que otros, el resultado en ese aspecto es notable. Pero creedme que lo que generará polémica es el salto al vacío a nivel conceptual que han decidido dar Todd Phillips y Joaquin Phoenix entregando la secuela más extraña de los últimos tiempos.
Esta entrega desmonta todo lo establecido en Joker, ¿o igual no tanto?. Partamos del hecho de que me encanta la primera entrega y su inteligente forma de profundizar cómo la sociedad y las altas esferas favorecían la creación de monstruos como consecuencia de dar la espalda a los ciudadanos más desfavorecidos. El problema vino cuando, por difícil de creer que parezca, individuos elevaron a ese personaje, actos incluidos, a ejemplo a seguir contra esas injusticias sociales (asalto a un capitolio incluido) o cuando en épocas de crispación social surgen líderes con pensamientos y acciones cuanto menos indicativas de una salud mental poco estable. Joker también se convirtió, por todo lo explicado, en la película de cabecera de ese tipo de masculinidad tóxica tan abundante en estos tiempos.
Pues Todd Phillips y Joaquin Phoenix (porque no nos engañemos, sigue siendo una película hecha por y para el actor) deciden con un acto de valentía y suicidio volar por los aires todo lo mencionado. Joker: Foile á Deux dedica más de 2 horas (con un juicio irregular y tedioso por momentos) a mostrar que nada justifica los actos violentos y que Arthur Fleck no es ningún líder al que seguir sino un enfermo mental que necesita tratamiento. Otro aspecto que me encanta es cómo muestra la idealización a esas figuras, ¿realmente seguimos al hombre o a la idea que representa? y ¿Qué sucede cuando esos líderes nos defraudan o ya no representan lo que queremos? La respuesta la encontramos en la escena final de la película, la guinda del pastel, el truco final, el tortazo a los fans del personaje...Una escena tan impresionante como triste, muy triste. Porque es en ese momento cuando vemos que, aunque parezca que no, tanto Joker: Foile á Deux como su predecesora forman un todo sobre un hombre enfermo en busca de amor y aceptación que, ignorado y maltratado por las altas esferas (Joker) y utilizado y deshumanizado por una sociedad enfurecida (Joker: Foile á Deux), solo encontrará tragedia y desconsuelo.
Por último, decir que Lady Gaga está fantástica con lo poco que le han dado para brillar (secundaria total) y que Joaquin Phoenix está mucho más comedido que en la primera entrega y por ello creo que da una interpretación más interesante que la que le valió los Oscar. Y hablando de los premios de la Academia desde Todo Cine dudamos que Joker: Foile á Deux vaya a tener mucha presencia en ellos más allá de pelear la nominación de Lady Gaga en Actriz Secundaria y Fotografía.
Con muchas ganas de ver esta nueva película
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